Hace casi 500 años, se fundó esta ciudad con el nombre original de Antigua Villa de Nuestra Asunción de las Aguas Calientes, debido a la presencia de aguas termales en la zona. Como era de esperarse, el largo título se acortó hasta quedar como lo conocemos ahora, dando así también el apelativo de hidrocálidos a sus habitantes. Una de sus tradiciones con mayor presencia es la tauromaquia, conocida también como la fiesta brava, que ha dejado una clara influencia en el arte de Aguascalientes y su cultura. Esta práctica es común en pasajes de su literatura y cuadros que describen la esencia de sus celebraciones, como la Feria Nacional de San Marcos, su evento anual más grande. Pero Aguascalientes, México, es mucho más. Su esencia ferrocarrilera jugó un papel muy importante en la industrialización de nuestro país y entre sus cuatro barrios más antiguos, destaca uno en especial; el Barrio de la Estación, un símbolo de su fuerza ferrocarrilera. Al visitarlo, se conocerá los antiguos talleres de esta entrañable máquina y el espectáculo que ofrecen sus fuentes bailarinas o pasear en tren.